Reformar un piso en España, especialmente en ciudades populares como Alicante, requiere ciertas normativas y permisos. Tanto si se trata de una reforma importante como de una reforma estética, es importante saber qué se puede llevar a cabo sin permisos y cuáles requieren una aprobación oficial.
Tipos de reformas y permisos necesarios
1. Reparaciones estéticas: por ejemplo, pintar paredes, cambiar suelos o instalar ventanas y puertas nuevas. Estas reparaciones no requieren permisos si no afectan a las estructuras de carga ni a los sistemas de servicios públicos. Sin embargo, a veces es aconsejable avisar a los vecinos para evitar quejas por ruido.
2. Reparaciones y reformas importantes: Si se prevén reformas, como cambiar paredes, crear nuevas aberturas o reconfigurar habitaciones, se necesitará una Licencia de Obras. Esto se aplica a las obras importantes que puedan afectar a la estructura del edificio.
3. Reparaciones que alteren la fachada o el aspecto del edificio: Si se van a sustituir ventanas o estructuras de balcones, esto también puede requerir autorización. Algunas zonas de Alicante tienen normas estrictas con respecto a la apariencia de los edificios y los cambios en la fachada requieren la aprobación de las autoridades locales.
4. Alteraciones en los sistemas de servicios públicos: También se necesita una licencia para sustituir o mejorar los sistemas eléctricos, de fontanería y de ventilación. Como estas obras pueden afectar a la seguridad y la calidad de vida en la casa, requieren el cumplimiento de la normativa y el control de las autoridades.
¿Cómo se obtiene la licencia de obras?
1- Acuda al Ayuntamiento: En Alicante, para solicitar una licencia de obras diríjase al departamento local de servicios municipales.
2. Elaborar un proyecto: Las reformas y modificaciones importantes requieren un proyecto redactado por un arquitecto colegiado. Este proyecto debe describir las obras previstas, su impacto en la estructura del edificio y el cumplimiento de las normas de seguridad.
3. Presentación de la solicitud: Una vez elaborado el proyecto, se presenta al Ayuntamiento junto con una solicitud de licencia. La tramitación de la solicitud suele tardar de unas semanas a varios meses, dependiendo de la envergadura de las obras y de la carga de trabajo de los servicios administrativos.
4- Pago de la tasa: Se cobra una tasa administrativa por la solicitud y la revisión, que varía en función de la envergadura del proyecto.
¿Qué se puede y qué no se puede romper en un piso?
A la hora de planificar una reforma, es importante tener en cuenta que casi todos los muros pueden romperse, a excepción de las estructuras portantes (pilares y muros de carga). Los muros de carga son elementos críticos de la estructura de un edificio, y su demolición puede tener graves consecuencias tanto para la seguridad de los ocupantes como para la estabilidad del edificio en su conjunto.
En términos generales:
Está permitido derribar tabiques que no soportan carga (por ejemplo, muros entre habitaciones) y cambiar su ubicación.
Está prohibido tocar pilares, muros y otros elementos que soportan la carga del edificio. Estas estructuras no sólo garantizan la estabilidad de toda la casa, sino que también están conectadas a otros pisos.
Antes de empezar las reformas, sobre todo si se prevé derribar muros, es aconsejable contratar a un especialista que pueda determinar exactamente qué muros son de carga. En España, se suele contratar a un arquitecto o ingeniero para ello, ya que identificar incorrectamente el tipo de muro puede tener graves consecuencias.
Sanciones por incumplimiento de la normativa sobre reparaciones
Si las reparaciones en Alicante se llevan a cabo sin los permisos adecuados, esto puede dar lugar a multas. Además, una vez descubiertas las infracciones, se puede exigir que el piso sea restaurado a su estado original a expensas del propietario. Las multas oscilan entre unos cientos y miles de euros, dependiendo de la gravedad de la infracción y del grado de impacto en el edificio.
Conclusión
Al reformar un piso en Alicante, es importante seguir las normas y obtener todos los permisos necesarios, especialmente si se prevén cambios que afecten a estructuras portantes o sistemas de ingeniería. Se pueden romper todos los muros que no sean de carga, pero merece la pena consultar a un especialista antes de empezar las obras para asegurarse de que el proyecto cumple la normativa local.